El Lagun Aro GBC tendrá que renunciar al catalán por no poder igualar la oferta de Unicaja. Vidal pondrá rumbo a Málaga para las dos próximas temporadas
Después de incluirlo en el derecho a tanteo el pasado viernes, el nuevo presidente del Gipuzkoa Basket, Álvaro Bilbao, aseguraba que el alero era su prioridad número uno. Con Sito de vuelta a los mandos del banquillo y Panko con pie y medio en Valencia, Sergi Vidal se convertía, sin duda, en el objetivo que ocupaba el punto de mira del club donostiarra, pero sabían que retenerlo no sería nada fácil.
La oferta del Unicaja era un secreto a voces además de una enorme tentación para el de Badalona. La idea de jugar Euroliga se suma a la promesa de disputar minutos de calidad tras la marcha de Berni Rodríguez. Sergi lo tiene claro, es un jugador ambicioso, con ganas de recorrer las mejores canchas de Europa, pero no a cualquier precio. Ya nos lo decía al finalizar la pasada campaña: “mi propia experiencia me hace valorar el hecho de si merece la pena marcharte a un equipo que pueda jugar una gran competición europea para tener que mirar el partido desde la banda; tengo claro que eso no me compensa.”
Con la promesa de que ese no será el caso con Unicaja, Vidal se decanta por los malagueños como su nuevo destino. El Lagun Aro GBC no dispone de los recursos económicos suficientes para igualar la oferta de Unicaja, que ronda el medio millón de euros por cada una de las dos próximas campañas. Pasadas las pruebas médicas con el club malagueño, el acuerdo está cerrado con la única duda de si los donostiarras perderán al nacional más valorado de la pasada campaña a cambio de nada o recibirán una compensación por parte de los de Repesa.
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