El ingenio, la cantera y la filosofía de
juego de Aíto García Reneses son la mejor receta para afrontar una etapa
con restricciones económicas severas en el club.
Fuente: Juan De La Huerga - www.diariodesevilla.com

Un cúmulo de circunstancias, sobre todo relativas al pecunio, llevaron el pasado lunes por la noche a no igualar la oferta malagueña por Txemi Urtasun. Querían al navarro, pero consideraron que sólo en el tres en uno, uniendo las operaciones del interior Josh Powell y el exterior Josh Carter a la renovación del escolta, salía a cuenta poner encima de la mesa la misma propuesta costasoleña para Urtasun.
No ocurrió y no hay un plan claro porque existen un puñado de variantes en las que se puede mover ahora el club sevillano. Para ello cuenta con el entrenador más innovador de la historia del baloncesto español. Aíto García Reneses no se mueve en la misma línea, con un esquema muy cerrado y en el que cada jugador compite en su puesto, que otros muchos de sus colegas. Demostró en Badalona que con pocos recursos es capaz de sacar petróleo de su equipo. De la necesidad hay que hacer virtud en tiempos de crisis y el mejor para hacer evolucionar a una plantilla con menos peso específico y más barata que en anteriores proyectos se llama Aíto. Hará falta mucho ingenio, algo que le sobra al madrileño, para encajar las piezas en un rompecabezas en el que todavía hay demasiadas incógnitas. En Badalona, puso a jugar, obviamente con directrices prefijadas, a Ricky Rubio, Pau Ribas y Rudy Fernández. Uno era el base, otro el escolta y el tercero el alero. Pero ese sistema era totalmente abierto y no era nada extraño ver subir al balón al ya ex jugador de los Blazers o que el base lesionado de los Timberwolves buscara el poste bajo. También Ribas, recién fichado por el Valencia desde Vitoria, tenía recursos para apañárselas en las tres posiciones.
En principio, el Cajasol no firmará un base. O sí. Si la triple operación de Urtasun-Carter-Powell hubiera acabado en buen puerto, la plantilla sevillana habría estado cerrada, pues Tepic habría compartido puesto con Satoransky -dos bases gigantes, por cierto- en la dirección de juego. Y eso no hubiera significado que los dos únicamente valieran para llevar la manija del equipo, sino que en otras situaciones podría haber dirigido Urtasun o Carter.
Lógicamente, en función de lo que se puede fichar, el club también puede contratar a un base que no salga excesivamente caro y que pudiera competir junto a Satoransky, que disponga de más libertad en su quizás última campaña en San Pablo. Sastre gozará de los minutos que le faltaron antes, por joven o por la lesión de espalda, y Aíto lo combinará en la posición de alero y de escolta, lo mismo que puede hacer con Bogdanovic como cuatro y como tres. Burjanadze será el cuarto cupo de formación, completando un plantel con cuatro jóvenes, alternativa para las etapas económicas magras. La única certeza es el fichaje de un pívot versátil de calidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario