El Barça Regal
podrá defender el domingo su condición de vigente campeón de la
Supercopa Endesa, tras superar al Valencia Basket por 77-63 en un choque
mucho más igualado de lo que indica el resultado final.
A pesar de que el conjunto de Xavi Pascual salió a lo grande, con Tomic y el resto de pívots blaugranas haciendo estragos en la pintura (20-7, m.8), el Valencia Basket se recuperó gracias a su mejora defensiva y a la inspiración de Faverani, hasta el punto de meterse en el partido al descanso: 38-32.
A pesar de que el conjunto de Xavi Pascual salió a lo grande, con Tomic y el resto de pívots blaugranas haciendo estragos en la pintura (20-7, m.8), el Valencia Basket se recuperó gracias a su mejora defensiva y a la inspiración de Faverani, hasta el punto de meterse en el partido al descanso: 38-32.
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El Barça Regal, finalista (ACB Photo)
En el tercer periodo, pese a otros 6 puntos consecutivos de Tomic, el equipo taronja fue minando poco a poco su desventaja hasta ponerse a 4, aunque en ese momento Abrines apareció en escena para romper el partido con 2 triples seguidos (60-49, m.32).
Sin embargo, otra vez el Valencia Basket supo recuperarse y, con un 0-11 de parcial, igualar el partido a 60, aunque se quedó sin inspiración antes de tiempo y nunca llegó a ponerse por delante, lo que aprovechó el Barça Regal para sentenciar, gracias a los mejores minutos de Huertas, que conectó con Jawai como si llevase toda la vida jugando con él.
El regreso de Tomic
Hace solo 16 meses, era designado Mejor Pívot de la Liga Endesa. Pese a que no vivió su mejor temporada en la 2011-12 e incluso se vio superado por sus rivales en la finalísima, el Barça Regal apostó por él y Ante Tomic cambió el blanco por el blaugrana. No pudo ser más ilusionante su debut.
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Nathan Jawai muestra su poderío con este gran alley oop (ACB Photo)
Brazos eternos, presencia constante. Suya fue la primera canasta y suyo el primer cuarto, con una importancia que trascendió la mera anotación. Con un Ingles correoso y un Lorbek soberbio en la intendencia, el Barça Regal siempre llevó la iniciativa en el juego y en el luminoso. Doellman intentó evitarlo tímidamente (6-5, m.3), pero Tomic volvía a rugir con fuerza, haciéndolo todo elegantemente sencillo (12-5, m.5).
Con las lógicas limitaciones por el temprano momento de la temporada, el Barça Regal exhibía el alma que le convirtió en campeón, con la guinda de un juego interior que se sentía superior. Lorbek, absolutamente esencial en defensa con rebotes y recuperaciones, prolongaba la racha y Jawai culminaba su show en un minuto de locura.
Un tapón sin miramientos y un excelso mate, celebrado sin reservas, impulsaban al Barça Regal (20-7, m.8), y solo la casta de Faverani evitó el despegue definitivo blaugrana: 22-12.
El orgullo de Faverani
El nuevo Barça Regal es un equipo de recursos. Tras la demostración de su juego interior, tocaba mostrar otro de sus alicientes. Los jóvenes, al poder, con Abrines y Todorovic a la cabeza, guiados por el “veterano” Rabaseda. Pero un miembro de ese club, de esos jóvenes curtidos en mil batallas, entró al partido sin pedir permiso.
Vitor Faverani. Generación del 88, mil años rozando la élite y un momento de juego tan dulce que parece imposible pensar que esta no va a ser la mejor temporada de su vida. Descarado, imperial, su puesta en escena contagió con fe a su equipo. Un semi alley oop con Ribas, un 2+1 tras aro pasado y una multitud de acciones en las que sencillamente le ganaba la partida al mismo juego interior que minutos antes parecía intocable, forzando faltas y arañando poco a poco la diferencia (26-18, m.14).
Su defensa a Jawai, lucha de gladiadores, levantó a Chechu Mateo del banquillo para aplaudir y gritarle al jugador como si acabara de ganar el partido en una jugada cualquiera. No lo había hecho, aunque sí algo de incalculable valor. Su equipo… creía.
Más tarde, Ribas puso a 6 a los suyos con un triple y pese a que el Barça Regal luchaba por restablecer la situación, el clínic defensivo taronja daba resultado y, tras una bomba navarresca de Rafa Martínez y un tiro libre de Faverani, el choque latía con más fuerza que nunca al descanso: 38-32.
Abrines rompe la reacción taronja
El intervalo cortó el ritmo de un Valencia BC que había volado en el segundo cuarto. El Barça Regal, con el juego exterior algo plano, dependía en exceso de sus pívots y la mejora defensiva interior del cuadro de Perasovic había nivelado la balanza. Con la ecuación despejada, el Barça Regal y Tomic volvieron a las andadas.
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Vitor Faverani, el mejor taronja (ACB Photo)
Ante convertía en canasta el primer balón que tocaba. El segundo, en mate. El tercero, tras baile en la zona, en otro golpe moral para un Valencia Basket que no culminaba su remontada (44-26, m.24). El golpe definitivo pareció el primer triple barcelonista en todo el partido, el de un Mickeal que fue el jugador más regular de los suyos durante los 40 minutos. El Barça Regal se volvía a alejar en el ecuador del periodo: 47-36.
Lo había dicho una y otra vez. “Es un premio, es un premio a la pasada temporada”. Perasovic estaba encantado de acudir a la Supercopa Endesa por los méritos del pasado año y, para demostrarlo, su equipo volvió a mostrar las virtudes de antaño. Entre ellas, la de no rendirse nunca. Los nuevos ya lo asimilan. Keselj le dio constantes vitales a sus compañeros con un 2+1 y Lishchuk despejó dudas con su primer triple: 50-44 (m.28).
El choque entraba en una fase de anarquía, de vistosa anarquía, que favoreció los intereses del que iba a remolque. Rafa Martínez replicaba con una canasta de 3 puntos el triple de Rabaseda, Pau Ribasrobaba y Dubljevic encendía las alarmas barcelonistas dejando a los suyos a solo cuatro de distancia. El partido ardía y el bombero Abrines acudió al rescate con un triple final para salvar los muebles: 57-49
Remontada imperfecta
Mucho se habló en verano sobre el papel de Abrines. El balear, sin miedo a la competencia en el equipo campeón, se encargará de buscar su hueco. Y lo encontrará, si es que ya no lo ha hecho. Porque esté más o menos acertado, es talento, es frescura, es descaro… y eso siempre tendrá sitio en el baloncesto.
No se cortó el alero de 19 años al volver a recibir más allá del 6,75, Se volvió a levantar y triple. Puño al viento y el encuentro, por los aires. 60-49. Insultante, Álex volvió a tirar en la siguiente posesión un triple que podía haber finiquitado el choque, pero el balón no entró y el Valencia Basket, herido en su orgullo, se montó en el último tren del partido. Era un expreso directo.
Rafa Martínez volvía a situar a su equipo en una desventaja terrenal con un triple, Faverani hacía el imposible anotando con dos rivales encima y Dubljevic completaba el parcial de 0-7 con todo un mundo por disputar: 60-56 (m.33).
Faverani, líder sin ningún tipo de disimulo, volvía a asumir galones con un repertorio exuberante de rebotes en ataque y canastas y, en la siguiente posesión, Markovic elevaba la reacción hasta el 0-11 de parcial para empatar el partido a 60. Orgullo taronja a raudales.
El Valencia Basket tuvo al rival y el mismísimo partido en sus manos, mas acabó diluyéndose. Nuevamente, no fue capaz de culminar la remontada, por más que lo intentó, con varios triples para ponerse por delante que jamás acariciaronla red.
Cuando la primera ventaja valenciana parecía una cuestión de tiempo, la conexión Huertas-Jawai volvió a resurgir sin avisar, para alejar las dudas. Esta vez, para siempre. Otro mate de Mickeal, maravilloso, un par de fallos de Lishchuk y la frialdad de Lorbek hicieron el resto: 70-63 (m.38). Ya no habría más oportunidades.
Tras dos derrotas en pretemporada, a la tercera fue la vencida para un Barça Regal que acabó divirtiéndose en la pista, con Huertas como director de orquesta –los 7 puntos finales, con su firma-, y llevando al marcador final a unos guarismos poco acordes con lo visto durante los 38 minutos anteriores: 77-63. El Barça Regal, otra vez a una final. La dinastía, a un paso. Una vez más.
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