Hablar con Aíto García Reneses es hacerlo con un mito del deporte
nacional, con el entrenador español en activo con mejor palmarés. Pero
lejos de imponer por todo ello, al contrario, es una persona amable,
simpática, educada, de mirada intensa que sabe muy bien todo lo que dice
desde la sabiduría que le dan tantas y tantas temporadas en los
banquillos. Ahora, por primera vez en mucho tiempo, no aspirará a
grandes gestas ni a títulos con el renovado Cajasol. A sus casi 66 años,
el reto será hacer un equipo de un grupo de pipiolos, muchos por hacer,
del que incluso él, dice, quiere aprender. La filosofía, cuando menos,
engancha.

-Lleva casi un mes en Sevilla. ¿Cómo va la pretemporada y su adaptación a la entidad y la ciudad?
-Muy bien con el club, con los jugadores y todavía con poca experiencia con la ciudad. Es una maravilla y la conocía de antes, pero espero disfrutarla aún más cuando el calor apriete menos. Entonces haré alguna excursión diurna más. Respecto a la preparación del equipo destacaría una palabra o sensación: el interés. Eso, por sí solo, ya es positivo.
-¿Vuelve a los banquillos para tapar alguna boca?
-No, para nada. El aspecto fundamental de mi regreso es que me gusta entrenar, y a eso hay que sumar que el proyecto que ofrecía el Cajasol me pareció interesante. Así de fácil.
-¿Pero no arriesga mucho usted con esta apuesta?
-Depende de la perspectiva con la que se mire. Hay quien piensa que un entrenador con mi currículum no podría dirigir un equipo júnior. Yo creo que hay muchos técnicos que no son conocidos que disfrutan haciendo su labor con conjuntos de LEB, júniors, cadetes o infantiles tanto como el de ACB. Lo importante es disfrutar y yo lo estoy haciendo ya.
-Entiendo entonces que no le da vértigo asomarse a la ACB y la Eurocup con un equipo tan bisoño.
-Así maduraremos antes. Los jóvenes no le tienen hoy en día miedo a nada. Quizá no seamos capaces de competir con éxito frente a determinados rivales, pero no faltarán las ganas contra todos.
-¿Le ha marcado la entidad un objetivo clasificatorio entre el sexto y el duodécimo puestos?
-No. No hemos hablado del tema. Mi objetivo es que los jugadores rindan al máximo en cada entrenamiento y cada partido.
-¿Está satisfecho con la plantilla de la que dispone?
-Sí, y eso es muy importante porque no se puede estar pensando a quién me hubiese gustado tener. Lo que funciona en la realidad, no sólo del baloncesto sino también de la vida, es no lamentarse por lo que no se tiene, sino alegrarte de lo que tienes y disfrutar de ello. Ésa es mi idea y la que espero tengan en el club y los aficionados, para que así se puedan enganchar a disfrutar de lo que tenemos, no de lo que no tenemos.
-¿Hasta qué punto afecta la ausencia de los jugadores que están en el Preeuropeo?
-Mucho, porque cuando lleguen tendremos que desandar lo que ya hemos andado. Es un inconveniente grave, pero hay que aceptarlo. Quizá sí que nos interesaría una concentración cuando estén aquí, pero no sé si hay fechas para eso.
-En los últimos años la sintonía entre el entrenador (Joan Plaza) y el director deportivo no era buena. ¿Los fichajes han sido consensuados por ambos?
-Totalmente. Primero intentamos alguno con los que probablemente picábamos demasiado alto. A partir de ahí, (Juan) Llaneza me presentó otras alternativas y fichamos lo que se pudo, ajustándonos a unos criterios económicos y de calidad, pero siempre con el acuerdo de los dos. Es cierto que las primeras elecciones se nos escapaban de precio, pero estamos satisfechos con el trabajo.
-Háblenos de los tres nuevos.
-Los tres tienen muchas ganas. Holland puede acabar las jugadas y crear. Es un jugador muy completo. Asbury es más finalizador y será importante en ataque. Los exteriores tienen buen tiro y ciertas actitudes en defensa. Y Buckman es un hombre grande, que no alto, que actúa de cuatro y puede ayudar como cinco. Rebotea bien y trabaja mucho. Todo dependerá también de cómo se adapten a la ACB.
-Sin un segundo base puro o un pívot que dé minutos de garantías mientras Triguero coge aire en el banquillo, ¿considera que la plantilla está equilibrada?
-Lo del base no me preocupa. Entrenaremos y solucionaremos las deficiencias que puedan existir. Holland es un jugador muy creativo y podrá ayudar en algunos momentos. Está claro que me hubiese gustado tener un gran pívot, pero es perder el tiempo hablar de eso. Contamos con Triguero, Balvin y Buckman, ya está, así que trabajaremos con ellos.
-Hablando de los bases. ¿Tepic será el base suplente?
-O el titular, lo que se gane.
-¿Tener dos directores de juego de dos metros es un problema o una bendición?
-Ni una cosa ni la otra. Se puede competir sin problemas en la ACB. El estereotipo de base pequeñito y hábil con el balón está muy marcado, pero los estilos de baloncesto son variados y te puedes adaptar con cierta facilidad si se explotan sus puntos fuertes y se intenta paliar sus debilidades.
-Usted ya innovó en este sentido con Montero, como base en el Barcelona, o con Andrés Jiménez, el primer alero alto en España. ¿Será esto otro efecto Aíto?
-Ya lo hice una vez, pero no era popular porque no ganamos la Liga. El primer equipo que entrené en Primera División fue el Cotonificio de Badalona. Recuerdo que Joaquín Costa, que había estado desde las categorías inferiores y era nuestro base, se marchó al Barcelona tras debutar con la selección. Entonces se apostó por jugar parecido a como lo haremos este año con Joan Pera y Xavi Puig, dos escoltas que hicieron el esfuerzo de jugar de base. Eso permitió también el desarrollo de Andrés Jiménez. Resolvimos bien el problema, así que lo de este curso no será una novedad absoluta. En el baloncesto hay evoluciones constantes. Antes casi se jugaba con cinco jugadores y ahora hay más rotaciones; y se hacían defensas agresivas que comparadas con las de ahora son blandísimas. La evolución día a día no se ve, pero echando la vista atrás, sí.
-Después del verano que ha tenido, ¿habrá que ponerle los pies en el suelo a Satoransky?
-A veces los jóvenes se vuelven locos con la posibilidad de ir a la NBA o la ACB y eso puede ser contraproducente en su desarrollo. Ahora bien, los buenos de verdad llegan pase lo que pase. Pero el que se crea bueno y no vaya bien de cabeza es difícil que llegue a algún sitio. Tienen que asimilar que aunque se hable de ellos deben seguir mejorando y esforzándose. Recuerdo que vi a Michael Jordan en un partido de preparación para los Juegos de los Ángeles 84. Jordan era un rookie y acabé el partido embobado y levantado por la maravilla de encuentro que se había marcado. Le llovían los elogios, pero eso no le impidió, por su buena cabeza, convertirse en el mejor del mundo.
-¿Ve potencial en alguno de los jóvenes que tiene a sus órdenes?
-En la mente de todos está Porzingis. Tiene planta, pero de momento está por hacer. No conviene hablar mucho sobre él porque parece que ya está hecho, y no es así. Está trabajando bien, pero no será protagonista. Somos aficionados a especular y eso a veces perjudica a las jóvenes promesas como si ya fuesen muy buenos.
-Entre Pozingis y Radicevic tendrá que hacer convocatorias.
-Los dos entrenarán con el primer equipo para que vean al nivel que tienen que llegar; si lo hacen, no dudaré en hacerlos jugar.
-Con tanto chaval en el equipo, ¿hay alguna similitud más entre este Cajasol y el Joventut de su segunda etapa en Badalona?
-Son jugadores muy diferentes. No es lo mismo pensar en un Rudy o un Ricky que en los que tenemos aquí. No me interesa comparar.
-El club pensó en Diego Ocampo como entrenador y seguirá de segundo. ¿Cómo lo lleva?
-Eso es algo que debería responder él. Hablamos mucho desde el primer momento para pedirle valoraciones sobre jugadores que seguirían del año pasado; veíamos los vídeos de los nuevos y los comentábamos. El contacto es diario. Lo veo bien y con ganas de colaborar. Entre todos podemos enriquecernos.
-¿Hay jugadores del año pasado que cambiarán su rol, o deben hacerlo, para este curso?
-Sí. No sé si para ser más protagonistas, pero, por ejemplo, en el caso de Tepic está claro que debe dar un paso adelante. Y no es el único.
-¿Cree que Sastre ha estado infrautilizado estas temporadas?
-No sabría decirlo. El verano pasado tuvo una lesión y le costó recuperarse. Creo que Plaza quería hacerle jugar más, pero no sé qué paso. No es que éste debe ser sólo su año; debe ser el año de todos.
-¿Entiende que haya incertidumbre en la afición sobre el equipo?
-Sí, porque es la misma que podemos tener nosotros. Pero no hay que confundir incertidumbre con intranquilidad.
Pablo Salvago -diariodesevilla.es-
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