Balvin, el pívot del futuro
El checo, que acababa contrato este verano, renueva con la entidad sevillana dos temporadas más Llegó en 2010 para jugar en el filial.
Pablo Salvago / Sevilla

El
Cajasol piensa en el futuro. Aun sin saber qué hará Aíto García Reneses
al final del curso, sí parece tener claro que la filosofía iniciada este
año, en la que los jóvenes valores tendrán un peso importante en la
plantilla, continuará. El primer paso es la renovación de Balvin, que
acababa contrato este verano y renovó por dos temporadas más.
El pívot, que llegó a Sevilla en 2010, cumple ahora su tercera campaña en la entidad y es cuando su progresión ha dado un salto cualitativo, después de dos años en el filial en los que participó de forma esporádica con el primer equipo. De la mano de Aíto, el checo ha dado un paso adelante. Su implicación, números y presencia en la pista, cada vez mayor, han hecho disipar todas las dudas, incluso también las de los rectores cajistas, que no siempre las tuvieron todas consigo. En esta liga sus estadísticas son aún discretas, pero en varios partidos ya ha dado muestras de lo que puede llegar a ser a poco que mejore su gran hándicap: el físico.
El cinco, de apenas 20 años (cumplirá los 21 en septiembre) y 2,17 metros de altura promedia tres puntos y dos rebotes en 10 minutos de juego. Estos números, sin embargo, están lastrados por un irregular inicio en el que los resultados y Triguero quitaban relevancia. Con más confianza, menos presión por las victorias cosechadas y la lesión del jugador de Gandía, Balvin ha acabado por demostrar que tiene un tremendo margen de mejora. No en vano, en los últimos cuatro encuentros de Liga sus medias suben a cinco puntos, 2,5 rebotes y 15 minutos, con varios topes destacables como sus cinco rebotes, cuatro tapones y 15 puntos de valoración ante el Caja Laboral.
En la Eurocup el checo también ha mejorado sus números a medida que avanzaba el torneo. Su mejor partido lo firmó en San Pablo, ante el Lokomotiv Kuban y frente a un pívot de la talla de Maric con 12 puntos, cuatro rebotes y cinco tapones, una especialidad que repitió en tres ocasiones con el martes con los polacos del Stelmet, frente a los que capturó ocho rebotes y anotó otros ocho puntos.
La madurez de Balvin, al que Joan Plaza lo hizo debutar testimonialmente (tres minutos) en la última jornada de la 10-11 en el triunfo ante el Blancos de Rueda (98-75), y su progresión han convencido a la entidad de que él será el pívot del futuro Cajasol, que ya al final del curso anterior ejerció también la opción de renovar a Sastre por dos años más. El club movió ficha antes de que el checo siguiera revalorizándose y del verano, cuando disputará, previsiblemente, el Eurobásket de Eslovenia con su selección, encuadrada en el grupo de España. Un escaparate que podría haber complicado o encarecido su renovación.
El pívot, que llegó a Sevilla en 2010, cumple ahora su tercera campaña en la entidad y es cuando su progresión ha dado un salto cualitativo, después de dos años en el filial en los que participó de forma esporádica con el primer equipo. De la mano de Aíto, el checo ha dado un paso adelante. Su implicación, números y presencia en la pista, cada vez mayor, han hecho disipar todas las dudas, incluso también las de los rectores cajistas, que no siempre las tuvieron todas consigo. En esta liga sus estadísticas son aún discretas, pero en varios partidos ya ha dado muestras de lo que puede llegar a ser a poco que mejore su gran hándicap: el físico.
El cinco, de apenas 20 años (cumplirá los 21 en septiembre) y 2,17 metros de altura promedia tres puntos y dos rebotes en 10 minutos de juego. Estos números, sin embargo, están lastrados por un irregular inicio en el que los resultados y Triguero quitaban relevancia. Con más confianza, menos presión por las victorias cosechadas y la lesión del jugador de Gandía, Balvin ha acabado por demostrar que tiene un tremendo margen de mejora. No en vano, en los últimos cuatro encuentros de Liga sus medias suben a cinco puntos, 2,5 rebotes y 15 minutos, con varios topes destacables como sus cinco rebotes, cuatro tapones y 15 puntos de valoración ante el Caja Laboral.
En la Eurocup el checo también ha mejorado sus números a medida que avanzaba el torneo. Su mejor partido lo firmó en San Pablo, ante el Lokomotiv Kuban y frente a un pívot de la talla de Maric con 12 puntos, cuatro rebotes y cinco tapones, una especialidad que repitió en tres ocasiones con el martes con los polacos del Stelmet, frente a los que capturó ocho rebotes y anotó otros ocho puntos.
La madurez de Balvin, al que Joan Plaza lo hizo debutar testimonialmente (tres minutos) en la última jornada de la 10-11 en el triunfo ante el Blancos de Rueda (98-75), y su progresión han convencido a la entidad de que él será el pívot del futuro Cajasol, que ya al final del curso anterior ejerció también la opción de renovar a Sastre por dos años más. El club movió ficha antes de que el checo siguiera revalorizándose y del verano, cuando disputará, previsiblemente, el Eurobásket de Eslovenia con su selección, encuadrada en el grupo de España. Un escaparate que podría haber complicado o encarecido su renovación.
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